dagamutante

Friday, November 04, 2005

Sé que estamos locos los dos

Ya sé que ambos estamos locos, totalmente locos,
yo sé que es irremediable esta locura, ambos
estamos tocados del bocho, siempre estuvimos así,
nos hicimos compañeros en la marcha de la vida
tan sólo porque la pena era demasiado grande
para mantenerla sin compartir...
Pero una inmensa alegría nos brota al estar juntos
eso no es más que simple locura porque tu vida
y la mía están con un dilema que nos sobrepasa
a los dos, no somos criaturas, estamos despiertos
casi todo el día, soñamos despiertos, somos navegantes
en medio de un mundo desierto, hacemos de los divagues
una forma de vivir, hacemos que la sinceridad
sea una ruta de única mano, hacemos escapar
a los fantasmas, escapamos de la rutina estando juntos.
Pero vivir dicen que es otra cosa, así que tal vez
no estemos vivos, hayamos muerto y esto es el cielo
y no nos dimos cuenta, belleza y pureza de sentir
a nuestra manera sin pensar en los demás...
Locura plena de amaneceres idealistas, aunque
la caminata tuya es más realista que la mía,
llueven lágrimas del cielo y balas te surcan la cabeza,
a mí me llueven aplausos y sonrisas cómplices me cuidan
no es justo lo que nos sucede a ambos...
Uno es sombra el otro luz para las miradas oscuras,
no somos iguales, somos complementarios
nos hacemos tanta falta, uno sin el otro no existe igual
no somos una simbiosis, somos una sinapsis exótica
parte de una misma mente sin improvisar,
sin impactar, simplemente somos parte de un mismo ser...
Vaya a saber si las circunstancias no hubieran ayudado
no nos hubiéramos encontrado igual... ya que ambos
nos necesitamos desde siempre, como tantos otros locos
que anhelan un poco de sí mismo fuera de sí,
verse reflejado en el otro como en un espejo humano
Estoy viéndote en todas partes, como parte del aire
como parte de mis pensamientos, como si fueses
omnipresente, como si estuvieras adherido a mí
indisoluble, congénito, como si siempre hubieras estado...
Me rondas en las mañanas, me rodeas en las noches
me persigues con tus perdigones de palabras que dices
como si nada fuesen, tus no sé, tus dudas, tus quejas
me llegan profundo en el alma, mis risas nerviosas
te son tan familiares como los enredos cotidianos,
nos conocemos demasiado, sin haber estado
demasiado tiempo juntos... Qué locura ¿no?
Ambos nos vamos deshojando cada día
como si fuésemos margaritas, el perfume de tu sueño
se siente junto a mi lecho cuando despierto cada mañana
y mis manos te tocan el cabello cuando amaneces mal.
Somos locos y lo sabemos, para qué negarlo...
¡si nos hace tanto bien!